La pareja vuelve a sentarse por el pasillo, seguida de Otis.
Sean y Casper han sido mejores amigos desde que tenían 12 años. En los años transcurridos desde ese primer encuentro, los dos se han apoyado a través de risas y lágrimas, transiciones difíciles y resurrecciones personales.
No es de extrañar que a lo largo de su viaje se sintieran atraídos el uno por el otro de muchas maneras. A los 16 años, comenzaron a salir y a los veinte años estaban listos para casarse.
Los dos eligieron asistir a la misma universidad, la Universidad de Georgia. Y mientras estuvieron allí, el Centro Estudiantil Presbiteriano se convirtió en un segundo hogar para ellos. Algunos podrían considerar esto sorprendente ya que Sean es un agnóstico. Pero dejando de lado el agnosticismo, fue la postura acogedora y afirmativa del centro hacia la comunidad LGBTQ+ lo que atrajo a la pareja al espacio.
Así que no fue una sorpresa que Sean y Casper eligieran el centro como sede de su boda. La ceremonia tuvo lugar en el patio contiguo al centro, que fue decorado con guirnaldas de luces, una de sus favoritas, para la gran ocasión.
Tampoco fue una sorpresa que el perro de servicio de Sean, Otis, que había estado a su lado durante los años en que él y Casper se estaban conociendo, fuera el portador de los anillos de la boda. Para hacer las cosas aún más divertidas, Sean y Casper también invitaron a sus amigos a traer a sus perros.
Restaurante Cali N Tito, su lugar favorito para comer y pasar el rato en la escuela, les sirvió la cena en la recepción.
Una de las partes más emocionantes de casarse, según la pareja, fue que pudieron pararse frente a amigos y familiares y celebrar "la liberación de ser ellos mismos".
