Lugar de Wind and Sea Estate, Big Sur, California Premio a la historia fotográfica de fuga

Los novios posan para un retrato poderoso y lleno de emociones sobre los acantilados de la costa del Pacífico. Descansan en los brazos del otro, sabiendo que sus sueños de convertirse en marido y mujer finalmente se han hecho realidad.

Cuando Claire y John se comprometieron, comenzaron a planificar una boda de ensueño que se llevaría a cabo durante una escapada de fin de semana a Mendocino en junio de 2020. No tenían idea de que se avecinaba una pandemia mundial. Cuando llegó el virus COVID-19 y cambió todo, pospusieron su boda hasta octubre y rediseñaron sus planes. En cambio, optaron por una ceremonia íntima con la asistencia de solo miembros de la familia inmediata. Eligieron la ciudad costera de Big Sur para sus nupcias, ya que este lugar se adaptaba bien a sus personalidades aventureras.

Mientras su futura esposa se preparaba abajo, John estaba solo un piso por encima de ella haciendo sus propios preparativos para el gran día.

La pareja se echa a reír cuando Claire lee sus votos matrimoniales. El amor que comparten el uno por el otro fue bastante evidente: está claro que la amistad es la base de su relación.

Es posible que la boda se haya retrasado y que no parezca que lo planearon originalmente, pero esta pareja estaba encantada de finalmente casarse.

Los novios pasan un momento de soledad disfrutando de su entorno en Big Sur. En lugar de estar rodeados por una multitud de familiares y amigos, estaban encapsulados por un paisaje accidentado e impresionante. El retrato parece simbolizar que su matrimonio es nuevo y que les aguardan un sinfín de aventuras en el futuro.