Raishel y Matthew

Fotografía de Juliana Wiklund

Querida Juilana, me encanta tu trabajo porque está vivo. Tus fotografías no solo cuentan una historia, sino que hablan. Captas más que una pose, sino también un momento, un espíritu, una energía y un estado de ánimo en cada toma fija. De hecho, es difícil decir que tus fotografías son "fijas", aunque las fotografías son objetos inanimados estáticos. Sin embargo, tu fotografía tiene vida; puedo ver a la gente respirar, oírla reír, llorar o suspirar. Me encantó la emoción de tus fotografías. Juliana, puedes transformar una foto en una vida, una imagen en una biografía. ¡Añadiste alegría a mi boda! Te contraté por tu talento, me enamoré de ti por tu personalidad. Que me fotografiaras fue lo más destacado de mi día. Eres muy cálida, positiva, amigable y familiar. Fue un placer tenerte como invitada a mi boda, porque te sentí como una amiga/miembro de la familia. Te deslizaste sin problemas en mi corazón y en el de todos mis invitados. Te sentías parte de nosotros, así que pudimos ser totalmente abiertos, naturales y auténticos. Y ahora, cada vez que miro mis fotos, me siento feliz y alegre. Te agradezco mucho que hayas preservado mi día. Gracias a ti, puedo revivir el día de mi boda, cualquier día. Gracias a la calidez que aportaste a mi boda, mi día fue aún más mágico y mi alegría se magnificó. Para otras novias, sé que tener una boda en un destino es caro y que volar y alojar a un fotógrafo puede parecer extravagante. Pero Juliana es asequible, amable y vale la pena la inversión. Cuando la comida se acabe, las flores se marchiten, la música se detenga, la noche nunca terminará. Estará viva y continuará en sus fotografías para la posteridad. Agradecidamente, Raishel