
Enclavado en lo alto de una pintoresca colina, un encantador conjunto de casas rurales toscanas, una pintoresca escuela y una iglesia atemporal forman un pequeño pueblo que rezuma el encanto del viejo mundo. En su centro se alza un magnífico castillo del siglo XII, que domina majestuosamente el paisaje circundante y ofrece impresionantes vistas de las ondulantes colinas de abajo. Este encantador entorno captura la esencia de la Toscana, donde la historia y la belleza se entrelazan a la perfección.