Imagen de boda de invierno de mil islas de Ontario de la pareja firmando sus papeles sobre una manta en la nieve.

La boda de invierno de los recién casados ​​se completó cuando firmaron su certificado de matrimonio al borde de la pista de hielo, el aire frío les dio el telón de fondo perfecto para capturar su momento especial antes de salir a tomar fotos familiares.
Ubicación de la imagen: 
Fuera de Rockport Barn, Rockport, Ontario

La pareja firma sus papeles, sentada sobre una manta de piel sintética colocada en una grieta en la nieve, justo al borde de la pista de hielo.

Esta fue una fuga de invierno diferente a cualquier otra que haya visto o fotografiado antes. La pareja no estaba interesada en una gran boda, y dio la casualidad de que no se nos permitió tener una de todos modos.

Pam y Stephen han estado juntos diecinueve años. Debido a que ambos habían "hecho eso" con la gran boda, su visión para esto era muy simple y clara: reunirse con sus dos hijos y la novia de su hijo para una ceremonia al aire libre en el hielo en Granero de Rockport, tome algunas fotos familiares y tenga una cena agradable.

Trabajaron con un organizador de bodas local (Servicios de Heather of Bowtie) para que su fuga no sea una serie de decisiones estresantes. Al final, se cuidaron todos los detalles, y la pareja y sus hijos pasaron una tarde realmente maravillosa juntos.

La fuga comenzó en el Posada del cobertizo, donde la pareja se preparó. Pam no llevaba vestido. En cambio, optó por un hermoso suéter de esquí negro, y encima usó una chaqueta de esquí y pantalones.

Después de que se vistieron, dimos un paseo por Rockport Village, contemplando la hermosa escena invernal. La pareja visita este lugar con frecuencia, por lo que tiene un significado especial para ellos.

Luego nos dirigimos al lugar de la ceremonia: Rockport Barn, a poca distancia en auto de su Inn. La ceremonia se llevó a cabo en el hielo, lo que hizo que las condiciones fueran resbaladizas, pero fue súper única y muy divertida de disparar.

Una vez que se casaron legalmente y se firmaron todos los papeles, pudieron disfrutar del fuego.

Después de eso, les esperaba una deliciosa cena dentro del acogedor granero.

Esta no fue una fuga convencional en ningún sentido de la palabra. Fue mágico y especial en todos los sentidos e incorporó todo lo que la pareja deseaba.

(bueno, excepto que, después de todo, no pudieron ir a patinar sobre hielo en la pista. Habían traído sus patines, pero después de la ceremonia, todos decidimos que el hielo estaba un poco resbaladizo y que la fondue de queso llamaba ¡de todas formas!)