La ceremonia se lleva a cabo bajo un arce gigante en medio de dos prados.
Esta fuga épica con temática vikinga se llevó a cabo en medio de prados de flores. El lugar se llama Los prados escondidos porque está escondido fuera de la carretera. Si pasa por ahí, no puede imaginarse que hay 50 acres de flores creciendo cerca. Y sin embargo, ahí están.
El día de la boda comenzó con Laurel (la novia) poniéndose su maquillaje metálico vikingo y su hermoso vestido celta, cosido a mano en Irlanda. Su pequeño hijo estaba allí para animarla.
Un detalle realmente importante del día fue la rama decorada a mano que Laurel había hecho ella misma. Encontró el "palo" en su patio trasero y le añadió trozos de tela y otras piezas. Se veía deslumbrante. Lo llevó por el 'pasillo' en lugar de un ramo.
El pasillo era en realidad un claro entre los campos. El padre de Laurel la hizo entrar, mientras su hijo extendía pétalos de aster mientras caminaban. El aster fue recogido de los campos momentos antes.
La ceremonia tuvo lugar bajo un arce viejo gigante, que crece exactamente en medio de dos de los grandes prados. Brandon (el novio) esperaba, adornado con runas vikingas dibujadas en su rostro.
En lugar de un intercambio de anillos, la ceremonia concluyó con un ritual de atar las manos, acorde con el tema vikingo.
Después, las burbujas sin alcohol marearon a los niños. Luego, el dueño del lugar se llevó a la pareja con su vehículo todo terreno para tomar algunas fotografías.
Fue un día espectacular a principios de otoño, y los detalles que Laurel y Brandon incluyeron en su boda vikinga hicieron que se sintiera como si realmente estuviéramos viviendo en la época vikinga, rodeados de árboles y el canto de los pájaros. Excepto por los teléfonos celulares :)
Originalmente habían imaginado su boda de manera muy diferente.
Pero, rodeado solo por su familia más cercana y la serenidad de la naturaleza, este día fue quizás incluso más hermoso de lo que podrían haber imaginado.
